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Statement
El universo de un pintor realista es la percepción. Esta es un fenómeno instantáneo, deslumbrante y anterior a la razón. Su origen es el sentido de la vista pero involucra múltiples aspectos del espíritu humano. Por eso, para mí, la contemplación de la realidad es esencial. La imaginación no es capaz de crear, o recrear, el juego de la luz sobre el mundo que nos rodea. Esta es mi fuente, y mi norte artístico es plasmar sobre tela o papel el sentimiento y el asombro que me invaden ante el espectáculo. La temática es secundaria. Todo se reduce a la magia de la luz sobre un cacharro, un cuerpo o una montaña. Ante su presencia mensajes, teorías, conceptos o interpretaciones intelectuales son innecesarias y muchas veces molestas. Quisiera que mi obra se considerara como un honesto intento de reflejar mi pasión por la belleza que me rodea.

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